Elisa Rosales, diputada de Nuevas Ideas, recalcó que las malas administraciones han generado que la población no sea beneficiada con proyectos que mejoren sus vidas.
“La mala administración municipal provocó que la población no viera sus impuestos reflejados en obras, las localidades estaban en abandono. Los alcaldes tenían una caja chica con la que pagaban a sus activistas políticos”, dijo.
Al respecto, expuso que el próximo 1 de mayo entra en vigencia la Ley Especial para la Reestructuración Municipal, la cual reordena los territorios. “Con ella se suprimirán plazas que se creaban en función de los concejales, a quienes se les daba su dieta y bonos, esto impedía que se invirtiera en las localidades”, añadió.
“Esta normativa busca hacer eficiente el uso de los recursos, a fin de entregar a los salvadoreños administraciones municipales más transparentes que ejecuten obras que beneficien a las comunidades”, sentenció.