Luego de las elecciones el proceso de recepción de solicitudes de información se ralentizó. Personal de la oficina legislativa aduce alza de solicitudes.
Redacción C85
Durante el último mes y medio, solicitar datos a la Unidad de Acceso a la Información de la Asamblea Legislativa se volvió un proceso lento. Más de lo habitual y estipulado por la ley.
La Ley de Acceso a la Información Pública es clara sobre los plazos de recepción, respuesta y entrega de la información solicitada. El artículo 66 indica que tras realizar una solicitud de información, se debe entregar al “solicitante una constancia de que su solicitud ha sido interpuesta”. De este modo se da paso al plazo de entrega de la información.
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A inicios del mes de marzo, C85 realizó diversas solicitudes de datos a la Unidad de Acceso a la Información de la Asamblea. Empero, a diferencia de otras ocasiones, la recepción de la constancia de que la solicitud fue interpuesta no llegó como “suele ser normal”. En ocasiones, dicha respuesta no es inmediata. Pues llega uno o dos días después.
En esta ocasión, pasó aproximadamente una semana antes de que se recibieran las notificaciones de las diferentes solicitudes. Las peticiones de datos se efectuaron a través del Portal de Transparencia de la Asamblea.
Ante la falta de respuesta vía correo electrónico, se optó por consultar de manera presencial en la ventanilla que se encuentra en el lobby del órgano legislativo. La respuesta de la persona que se encontraba en la unidad de acceso a la información fue que “se había percibido un alza en las solicitudes de información”, incluso de personal que labora en la institución.
En esos días, el Sindicato de Trabajadores de la Asamblea denunció la existencia de 1,200 plazas fantasma. Lo que derivó en el allanamiento de la Fiscalía en gerencias y oficinas de las fracciones.
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Así, solicitudes que fueron recibidas por la oficina legislativa entre el 8 y el 16 de marzo, pero que se enviaron con anterioridad, aún no han sido entregadas. Todas recibieron inicialmente como respuesta la necesidad de una prórroga. Es decir, ampliar por otros cinco días hábiles la posible entrega de la información.
Y en todos los casos se esperó hasta el último día del plazo para obtener una respuesta inicial. Algunas prórrogas se recibieron el 22 y 23 de marzo. Y dado que pocos días después inició el periodo de Semana Santa, se obtuvieron nuevas respuestas hasta el 7 de abril. Mientras que de otras se sigue a la espera.
