La Comisión de Seguridad Nacional y Justicia ha dado luz verde para que se presente ante el pleno legislativo un dictamen favorable que reforma la Ley de la Carrera Militar. Esta reforma busca incorporar nuevos grados dentro de las jerarquías militares y establecer disposiciones claras sobre cómo otorgar estos cargos, asegurando que la asignación de los mismos sea adecuada para aprovechar de manera más eficiente la experiencia y conocimientos de los oficiales en el servicio a la patria, tanto en tiempos de paz como de guerra.

El viceministro de la Defensa Nacional, Ennio Rivera, explicó que la reforma es parte del proceso de profesionalización continua de los oficiales militares, una necesidad que se ha ido haciendo evidente con el paso del tiempo. La ley actual data de 1996 y, según Rivera, ha llegado el momento de ajustarla a las necesidades actuales.

“Uno de los principales objetivos es crear nuevos grados, como el de general de ejército para un ministro. No es posible que un ministro tenga el mismo grado que un jefe de una rama o un comandante de brigada, cuando en otros países, su homólogo ostenta el grado de general de cinco estrellas”, señaló Rivera.

El viceministro también destacó que actualmente los comandantes generales de las diferentes ramas del ejército (Ejército, Fuerza Aérea y Marina Nacional) ocupan el grado de coronel, lo que resulta insuficiente para la magnitud de sus responsabilidades. En este sentido, la reforma pretende otorgar una categoría más alta, incluso si esta es de carácter transitorio, para asegurar que el comandante en jefe de cada rama tenga un rango adecuado a su función.

Otro aspecto importante de la reforma es la regulación de los aspectos académicos en la formación de los militares, particularmente en lo que respecta a la preparación de los oficiales en la categoría de las armas. Esto busca garantizar que los miembros de las fuerzas armadas continúen su desarrollo profesional durante toda su carrera.

El viceministro también remarcó que los miembros de las fuerzas armadas tienen un ciclo de 36 años de servicio bajo esta ley, periodo durante el cual adquieren valiosa experiencia. Durante este tiempo, el Estado invierte recursos significativos para su formación y profesionalización. Es por ello que, según Rivera, se considera importante que los oficiales en el grado de coronel permanezcan allí por un tiempo prolongado, ya que es en ese grado donde pueden hacer una mayor aportación tanto a la institución como a la sociedad.

Este ajuste en la Ley de la Carrera Militar tiene como propósito optimizar la estructura jerárquica y mejorar la profesionalización de los miembros de las fuerzas armadas, adaptándola a los nuevos retos y exigencias de seguridad nacional.