Con 57 votos a favor, los diputados de la Asamblea Legislativa aprobaron la creación de la Ley General de la Minería Metálica, una normativa que consta de 35 artículos y regula la exploración, explotación, extracción, procesamiento y comercialización de minerales metálicos en el país.
Esta nueva legislación marca un hito en la historia parlamentaria, reactivando una actividad considerada una de las más antiguas de la humanidad. La minería metálica había sido prohibida en El Salvador desde marzo de 2017 con la Ley de Prohibición de la Minería Metálica, limitando el uso de los recursos minerales del país.
El Salvador cuenta con un potencial significativo en depósitos de oro y otros minerales como litio, cobalto y níquel, esenciales para la fabricación de baterías para energías renovables. Este potencial se debe a su ubicación en el Anillo de Fuego del Pacífico, una zona rica en recursos minerales por su actividad volcánica.
Durante la década de 1970, el país pasó de la minería artesanal a la industrial, siendo la mina de San Sebastián un ejemplo destacado. Estudios recientes indican que en solo el 4% del área con potencial de extracción se han identificado 50 millones de onzas de oro, valoradas actualmente en $131,565 millones.
La normativa busca garantizar que la actividad minera se desarrolle de manera sostenible, aplicando buenas prácticas como el uso de tecnologías limpias, certificaciones ambientales, economía circular y medidas de compensación ambiental para proteger los ecosistemas.