El magistrado del Tribunal Supremo Electoral (TSE) criticó la resolución de la Sala de lo Constitucional que podría destituirlo.
Ricardo Larín
Consciente de que podría ser destituido como magistrado del TSE por la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema Justicia (CSJ), por supuesta vinculación partidaria, el magistrado Ulises Rivas arremetió contra el máximo tribunal constitucional del país.
Rivas expuso que viajó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos -con sede en Washington- para interponer una demanda en contra de la Sala, por violentarse sus derechos, además de agotar todas las instancias locales.
En su demanda, el magistrado solicitó una medida cautelar para frenar el proceso en la Sala de lo Constitucional. Pero según explicó, sería el mismo Estado el que tendría que suspender el acto.
«El día 17 (de enero) yo inicié mi proceso de defensa en la misma Sala de lo Constitucional, recusando a cuatro magistrados de Sala (Florentín Meléndez, Sidney Blanco, Rodolfo González y Belarmino Jaime) porque ellos tuvieron relación previa con el sujeto de la demanda», dijo el magistrado.
El representante del organismo colegiado recordó que en el 2012 interpuso una demanda contra la elección de los mismos magistrados de Sala, producto de «su atípica elección» y que cuando se abrió la convocatoria para formar parte del TSE, su hoja de vida no fue observada.
«Como hoy es viernes, y sé que este día la Sala se reúne, y previendo eso es que acudí a la CIDH, porque es probable que hoy sea mi último día como magistrado del TSE», refirió Rivas.
El magistrado dijo que «iniciará una cruzada de defensa a los derechos fundamentales como la libertad de expresión, opinión y pensamiento, que tanto han costado en este país». Y justificó que una persona tiene derecho a la libertad de asociación o de simpatizar con alguna oferta política.
«No puede ser que una Sala ande afiliando a la fuerza a personas a partidos políticos. (…) Estoy convencido de que no pertenezco a ningún partido político. Si es posible acudiré de nuevo a la CIDH», adelantó Rivas.
Perpetuarse en el poder
El magistrado Rivas aseguró también que «conoce de fuente de muchos abogados información de que los magistrados de Sala quieren mantenerse en el cargo».
«Hay abogados que lo saben, los magistrados de la Sala se quieren perpetuar en el poder y eso no lo podemos permitir (…) yo creo que estos señores tienen un odio político contra el FMLN», dijo.
El representante del organismo colegiado manifestó que si la Sala de lo Constitucional emite una resolución para destituirlo, agotará las instancias locales y las internacionales.
«La Sala ha destituido a 112 funcionarios, yo podría ser el 113, pero yo no me voy a quedar callado. Si es posible acudiré a varias instancias como la Fiscalía General de la República (FGR), por posible prevaricato, o al Tribunal de Ética Gubernamental (TEG), o a la misma comisión de investigación judicial de la CSJ», explicó.
Finalmente, el magistrado Rivas declaró que viajó con permiso del TSE, con goce de sueldo, puesto que «la ley misma permite cinco permisos al año con goce de sueldo. Yo viajé el domingo y regresé el miércoles», culminó.