El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), histórico partido de izquierda salvadoreño, enfrenta un momento crítico tras sufrir cuatro reveses electorales seguidos: en 2019, 2021 y dos en 2024. Esta serie de derrotas no solo marcó su salida del poder sino que también precipitó una notable disminución en su base de afiliados. De cara a la próxima legislatura, el FMLN se ve sin representación tanto en la Asamblea Legislativa como en los gobiernos municipales.
En un intento de renovación tras la derrota en las elecciones presidenciales de 2019, el partido convocó a elecciones internas para sustituir a Medardo González como secretario general. En aquel entonces, la comisión electoral interna contabilizaba 40,326 afiliados habilitados para votar, resultando electo Óscar Ortiz, exvicepresidente en el último mandato del FMLN.
Sin embargo, a cinco años de aquel proceso y después de una nueva caída en las elecciones presidenciales de febrero pasado, el padrón del FMLN se ha reducido drásticamente a 16,000 miembros, según informó Manuel Flores, ex candidato presidencial del partido, el 18 de marzo en una entrevista radial. Este número representa una pérdida de 24,326 afiliados, reflejando una crisis de militancia que el propio Flores reconoció al no precisar cuántos de estos miembros se desafiliaron voluntariamente o fueron expulsados.
Además, recientes declaraciones de Eugenio Chicas, exsecretario de Comunicaciones durante el gobierno de Salvador Sánchez Cerén, confirmaron su expulsión del partido, añadiendo otra muestra de las tensiones internas. René Martínez, sociólogo y analista, sugiere que esta disminución de afiliados evidencia un profundo descontento con la dirección del partido, llevando a muchos a abandonar el FMLN.