La Central 3 de Febrero, recientemente inaugurada por el presidente de la República, Nayib Bukele, ha permitido que los salvadoreños puedan tener no solo energía limpia, sino ver reflejada una reducción en el costo de la energía eléctrica.
La central cuenta con un espejo de agua de 8.7 kilómetros cuadrados y almacena 205 millones de metros cúbicos de agua.
Todo este recurso pasa por un proceso que permite la generación de energía para beneficio de la población.
Todo comienza en la represa que retiene el embalse. Esta agua es una batería natural que pasa por un conducto hacia la cámara de carga, que es una especie de piscina gigante. El agua que se concentra en ese espacio avanza con fuerza por dos tuberías hacia las turbinas, las cuales hacen girar el eje que genera energía.
Esta electricidad eleva su voltaje a través de un transformador, para luego ser transmitida a la subestación, desde donde se distribuye a 2 millones de usuarios.