La más reciente renuncia del partido ARENA fue la del diputado Donato Vaquerano. A esta han sumado la de otros parlamentarios, tanto propietarios como suplentes. Al respecto, la diputada Ana Figueroa considera que los que se está viendo es «que no son solo ellos los que han perdido la fe en el partido. La población también los rechazó en las pasadas elecciones. Ellos están en la Asamblea como residuos».
«ARENA es un partido que hizo mal las cosas. La población ya no les tiene confianza. Este partido político negoció con la vida del pueblo y solo heredó pobreza y corrupción», agregó.
«Este partido ha dañado al país y afectado la vida de todos los salvadoreños. Los diputados de estos partidos son solo residuos. Cuando el barco ya empieza a hundirse, todos salen huyendo», agregó su colega Walter Alemán.
«Estas renuncias ya las esperábamos. Comenzaron con el diputado Carlos Reyes. Para nosotros no es una sorpresa, sabemos que poco a poco el partido más corrupto se está desmoronando», recalcó.