viernes, 26 de abril de 2024
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  • 02
  • Sep 2016
Opiniones

Los ciudadanos queremos fiscalizar viajes de funcionarios

No hay que llegar hasta una sentencia de la Sala de lo Constitucional para hacer cumplir la ley. Pero inerte en nuestra cultura, siempre está eso de otorgar plazos fatales para hacer cumplir con algo que debería de ser de oficio.

Ayer, la Sala de lo Constitucional dio nuevamente la razón a un ciudadano que exigía conocer los gastos en publicidad del Gobierno en el 2010. Además, de conocer el detalle de los viajes que realizó el expresidente Funes, su entonces esposa y los funcionarios que le acompañaron. ¿Por qué? Porque todo viaje que se realice con fondos públicos demanda una radiografía completa. ¿Cuánto gastó? ¿Cuánto se le otorgó en viáticos? ¿A dónde fue? ¿Qué beneficio trae para el país este viaje? Todo a detalle, no olvidemos, es el dinero de todos los contribuyentes.

Esto lo saben todos. Lo saben en CAPRES, lo sabe la Secretaría de Transparencia, lo sabe el IAIP. Lo saben pero lo pasan por alto. Entonces en ese acto de omisión, aparecen señalamientos que perdieron los archivos, que no se encuentran en CAPRES, que no estaban resguardados en la Oficina de Información, etc. ¡Excusas para no cumplir la ley!

Por eso la Sala advierte a la Fiscalía en este caso -algo que debió ser investigado de oficio- a que investigue un posible delito, porque aparentemente hay una intención de encubrir estos datos.

Los viajes de un funcionario público fueron, son y serán siempre del interés ciudadano. La erogación de dinero público siempre deberá ser fiscalizado. La herramienta para ello es la LAIP, y en hay que exigir su estricto cumplimiento.

Ahora, como un plus , y probablemente para que no solo se vea mal el ex presidente Funes, CAPRES anunció que publicará también el listado de viajes de los expresidentes Flores y Saca. O todos en la cama o todos en el suelo. Aunque el manejo político es evidente.

Como ciudadanos cada vez más comprometidos por la fiscalización, exijamos detalles de viajes de funcionarios. La investidura no es para hacer turismo, y si quiere hacer viaje de negocios, que lo hagan con sus propios fondos.

Gracias a la Sala, habrá un precedente para los viajes presidenciales, al menos podremos saber a dónde se dirigen, tal vez algún día hasta autoricemos o no viajes.

Diego Jiménez, Columnista de Curul 85